El perfeccionismo no es sano, con Psicoforma: psicólogos en Valencia ¡Pásate a la FerPección!

Con frecuencia caemos en la polarización: o todo o nada, o blanco o negro, o bueno o malo. Esta rigidez es perjudicial; bloquea, frustra, inhibe. Y es que… el perfeccionismo no es sano.

Necesitamos flexibilidad psicológica para no caer en los extremos y tener una vida más rica, para no tirar la toalla al primer tropezón, para perserverar, para atrevernos.

Vamos a dejar de vivir en modo «encendido» o «apagado«.

Será como si añadiésemos el color naranja a nuestro semáforo.

Funcionamos con un semáforo que está verde (todo lo hago bien, sin fallo alguno: perfecto) o rojo (todo lo hago mal, sin excepción: imperfecto ).

Tal vez much@s de nosotr@s tengamos la experiencia de: o no abro un paquete de papas o lo abro y me lo como entero. Comer unas cuantas papas es una tarea titánica que boicoteamos con un mantra «total, qué más da, ya la he liado, termino y mañana lo haré bien«.

¿Mañana? Probablemente, mañana haremos lo mismo que hoy, escapar del malestar de no haber hecho lo «perfecto» en el momento presente, y volver a emplazar una nueva oportunidad a mañana (que de nuevo será presente, y así seguiremos una y otra vez…). Mientras tanto, vas terminando el paquete de papas entre la culpa y el autoengaño de que, a partir de mañana, será diferente. Lo dicho, o todo (no como papas), o nada (me como el paquete entero), o verde o rojo en tu semáforo y ya sabes: repite con nosotr@s: el perfeccionismo no es sano.

Y oye, ¡no hay problema en que te comas el paquete de papas! ¿Es lo que querías? ¡Genial! Pero, por favor, ¡¡¡disfrúuutalo!!!. No te lo comas pensando que la estás liando, pero que mañana lo harás mejor. No solo no es cierto, sino que te roba el momento de comerte bien a gusto las papas y, además, mantiene el que sigas haciéndolo igual: lucha-fracaso-culpa-autoengaño- alivio-lucha-fracaso-culpa-autoengaño-alivio-lucha-fracaso-culpa-autoengaño-fracaso…

Además, la propia sensación de fracaso hace que tu semáforo se quede en rojo por una temporadita. Ya sabes, funcionamos por inercias: como sano, hago deporte, reduzco el consumo de alcohol, regulo mis horarios y biorritmos. Todo OK (verde: perfecto). Llega el día en el que cambio algo, una salida con amigos un viernes, en la que como algo imprevisto, me tomo un par de copas de vino, pido postre y… ¡Horror! ¡Ya he metido la pata!. Así, entro en la inercia de descuidarme un tiempo, tal vez no mucho, hasta el domingo, porque «el lunes empiezo», pero el finde, lo pasaremos en rojo (imperfecto).

¿Para qué existe el naranja? El naranja es la panacea, es tu oportunidad de hacerlo ¡¡¡FerPecto!!!

Es tu oportunidad para abrir un paquete de papas, comerte unas cuantas FerPectametne, disfrutarlas y cerrar el paquete sintiéndote en la gloria.

¿Quieres probar? Mete el naranja en tu vida y disfruta de la FERPECCIÓN, lo demás, es insostenible ;o)

Por cierto, la flexibilidad psicológica se puede entrenar, así que, si necesitas un poco (o un mucho) de ayuda, cuenta con nosotr@s, te esperamos en Psicoforma: psicólogos en Valencia.

Cristina